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  EL RECOBRO DE LA IGLESIA DE JESUCRISTO.
 


EL RECOBRO DE LA IGLESIA DE JESUCRISTO.

MINISTERIO PROFÈTICO: ABRIENDO LOS OJOS

Porque todo lo que esté escondido se descubrirá, y todo lo que se mantenga en secreto llegará a conocerse. Lucas 12:2.

Y conocerán la verdad (la Sana Doctrina de Dios enseñada por Jesús y Sus Apóstoles) y ella te hará libre de: doctrinas de demonios, de mandamientos de hombres y de las anulaciones de ciertas practicas apostólica de la Sana Doctrina, que las mayorías de iglesias evangélicas han hechos. Dios condena a todo aquel que le quita, le añade, tergiversa y anula cualquier enseñanza o práctica que enseñó Jesús y Sus Apóstoles.
El Apóstol Pablo dijo: Pero si alguien les anuncia un evangelio distinto del que ya les hemos anunciado, (la Sana Doctrina) que caiga sobre él la maldición de Dios, no importa si se trata de mí mismo o de un ángel venido del cielo. (Gálatas 1:8)
La Iglesia de Jesucristo está comprometida a practicar la Sana Doctrina que enseñó Jesús y Sus Apóstoles. Usted y yo, y todos los creyentes obedientes y temerosos de Dios, estamos llamados a ser un depósito, para guardar las verdades reveladas por Dios a través de sus siervos los Apóstoles y los Profetas. No sea un depósito para guardar doctrinas de demonios, o mandamientos de hombres, enseñados como doctrinas cristianas.
Entre las definiciones de la palabra recobrar el Diccionario de la Real Academia en su vigésima segunda edición dice:

• Recobrar, recuperar, restaurar, reparar, renovar o volver a poner algo en el estado que antes tenía.
• Acción y efecto de recobrar:
• En un país, o en un reino, es el restablecimiento de un orden de gobierno que existía y que había sido sustituido por otro.
• En el orden espiritual: Recobrar es: Volver a practicar un mandamiento, un nombre, una enseñanza, una práctica o una forma de gobierno que Dios ha ordenado en Su Iglesia, los cuales han sido anulados o substituidos. Si a una práctica apostólica, se le ha añadido o quitado algo, recobrarla, es volverla a practicar tal y como fue ordenada por Jesús y Sus Apóstoles.

El Enemigo, Satanás y sus demonios, a través de personas, que ellos han logrado engañar, han substituido: El gobierno que Dios estableció para dirigir Sus Iglesias en cada ciudad. Además, ha substituido: El Nombre de Jesucristo, Nombre que Dios estableció, para que se hagan todas las cosas (Colosenses 3:17). También, substituyó: El nombre de la Iglesia, el Terreno de la Iglesia y las enseñanzas y prácticas, que los Apóstoles enseñaron y practicaron.
Nuestra Comisión: Las Iglesias de Jesucristo en la República Dominicana, tienen como Comisión:
1. Recobrar el Nombre de Jesucristo, para que en ese Nombre se hagan todas las cosas.
2. Recobrar el nombre de la Iglesia.
3. Recobrar el terreno de la Iglesia.
4. Recobrar las enseñanzas y prácticas, que los Apóstoles y los profetas enseñaron y practicaron.
5. Recobrar los dones del Espíritu de Dios.
6. Recobrar la enseñanza acerca del Rapto de los hijos de Dios.
7. Recobrar la práctica de invocar el Nombre de Jesús.
8. Recobrar la enseñanza, una Iglesia una ciudad.
9. Recobrar el orar como enseña la Biblia.
10. Recobrar el orar con el rostro hacia Jerusalén.
11. Recobrar el bautismo en el Nombre de Jesús.
12. Recobrar la unicidad de Dios.
13. Recobrar el permanecer en la Enseñanza de los Apóstales y los Profetas.
14. Recobrar el liderazgo de las Iglesias locales.
15. Recobrar el orden de gobierno que existía en las Iglesias locales de nuestro Señor Jesucristo, en el tiempo de los Apóstoles
16. Recobrar la manera ordenada por Dios de profetizar.
17. Recobrar el funcionamiento de los miembros, de acuerdo al don que han recibido de parte de Dios.
18. Recobrando la enseñaza acerca del espíritu humano. etc.

Entonces, ¿Qué significa la palabra, recobrar o restaurar en el orden espiritual? Significa: “Volver a practicar una creencia que se dejó de practicar”. “Volver a practicar una enseñanza apostólica, tal y como fue ordenada por los Apóstoles de Jesucristo”. Volver a establecer el liderazgo, que Dios estableció en las Iglesias locales, por medio de los Apóstoles. Si a una enseñanza apostólica se le quita, se le añade o se anula, volver a enseñarla tal y como fue ordenada, eso significa: “Recobrar o Restaurar tal enseñanza”. Amén
Por lo tanto, cuando decimos: “Que somos Restauradores, o estamos recobrando la Iglesia de Jesucristo, estamos diciendo: “Que estamos recobrando en su totalidad aquellas enseñanzas y practicas, que enseñaron y practicaron, los Apóstoles y Profetas de Jesucristo”. Jesucristo, por medio de los Apóstoles y los Profetas, nos dejó el Plano apostólico escrito, para edificar Su Iglesia en cada ciudad, en cada municipio y en cada distrito municipal. Este Plano apostólico es: La Enseñanza de los Apóstoles y los Profetas. “Edificados sobre el fundamento de los Apóstoles y los Profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra principal del ángulo”. (Efesios 2:20)
Para que un grupo de cristianos, sean una expresión de la Iglesia de Jesucristo en una ciudad, en un municipio o en un distrito municipal, tienen que enseñar y practicar, todas las enseñanzas, que los Apóstoles y los Profetas de Jesucristo, enseñaron y practicaron. He ahí, la gran diferencia, entre lo que es la Iglesia de Jesucristo y una secta llamada iglesia.
La Iglesia de Jesucristo enseña y practica, todas las enseñanzas y todas las prácticas, que los Apóstoles y los Profetas de Jesucristo enseñaron y practicaron. Mientras, que una secta, sólo enseña las creencias y las practicas bíblicas, que armonizan con las doctrinas del fundador de una secta, a la que ellos le llaman: “iglesia de Dios, o iglesia de Jesucristo”. Por eso, si usted visita “una iglesia evangélica que pertenece a un concilio”, observará, que las mayorías de sus creencias y prácticas, no la enseña la Biblia. Son mandamientos de hombres y doctrinas de demonios.

Un grupo de cristianos en una ciudad, en un municipio o en un distrito municipal, son o no son la Iglesia de Jesucristo. Es el contenido que hace la diferencia. Si el contenido de una Iglesia local, no es la Sana Doctrina enseñada por Dios a través de Jesús y Sus Apóstoles, esa Iglesia, no es la Iglesia de Jesucristo. Es una secta.
Jesucristo no tiene dos Iglesias. Jesús tiene una Iglesia y ésta Iglesia es expresada en cada ciudad, en cada municipio y en cada distrito municipal. Y ésta Iglesia solo tiene un nombre para identificarse: el nombre de la ciudad, o del municipio, o del distrito municipal. Esta única Iglesia de Jesucristo, cree, enseña y practica, todo lo que el Señor Jesús, Sus Apóstoles y Sus profetas, enseñaron y practicaron.
El Enemigo, Satanás y sus demonios, han establecidos “muchas iglesias con diferentes nombres y diferentes doctrinas”, a través de hombres y mujeres, que ellos han logrado engañar. Estas “iglesias” se parecen, a la Iglesia de Jesucristo. Pero jamás podrán ser las mismas.
Las mayorías de los que han fundado iglesias evangélicas, se desviaron de la enseñanza de los Apóstoles y Profetas de Jesucristo. Por eso, las mayorías de sus doctrinas y sus prácticas, no armonizan con las enseñanzas y practicas, que enseñaron y practicaron los Apóstoles y Profetas de Jesucristo. Esta es la fuente de las divisiones, disputas incomprensiones entre los hijos de Dios.
Recobrando el perseverar en la Enseñanza de los Apóstoles. ¿Qué enseñaron y practicaron los Apóstoles y los Profetas de Jesucristo? Veamos: “La Biblia nos enseña, que las personas que creían en Jesucristo y eran bautizadas, perseveraban en la Enseñanza de los Apóstoles. “Aquellos pues que recibieron su palabra fueron bautizados; y se agregaron a los discípulos en aquel mismo día como tres mil almas. Y continuaban perseverando todos en la Enseñanza de los apóstoles, y en la comunión unos con otros, en el partir el pan, y en las oraciones”. (Hechos 2:41-42) Ninguna iglesia, que no persevera en la Enseñanza de los Apóstoles y los Profeta, es la Iglesia de Jesucristo. Es posible, que un grupo de cristianos, se autoproclamen: “Iglesia de Jesucristo o Iglesia de Dios”. Pero realmente, no son representantes de la Iglesia de Jesucristo.

Recobrando que todo se haga en el Nombre de Jesús. El Apóstol Pablo, Ordenó que todas las cosas que hagamos tenemos que hacerlas en el Nombre de Jesús. Colosenses 3:17. “Y todo cuanto hagan de palabra o de obra, hacedlo todo en Nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de Él”. Este es el mandamiento que hemos recibido de parte del Señor Jesús. Pero, es lamentable, que la mayoría de los cristianos, no obedezcan este mandamiento. Ellos solo hacen algunas cosas en el Nombre de Jesús. Pero la Biblia nos enseña: “Y todo cuanto hagan de palabra o de obra, hacedlo todo en Nombre del Señor Jesús”.
La Iglesia de Jesucristo es obediente a la palabra de Dios. Por eso, todo lo que hace, lo hace en el Nombre de Jesús. Jesús mando que se predicara en Su Nombre. Lucas 24:47. Y en su Nombre se predicarán el arrepentimiento y el perdón de pecados a todas las naciones, comenzando por Jerusalén. Jesús enseñó, que en Su Nombre se echaran fuera a los demonios y se habla nuevas lenguas. Marcos 16:17. “Y estas señales seguirán a los que creyeren: En Mi Nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas”.
Restaurando el bautismo en el Nombre de Jesús. Los Apóstoles y los Profetas de Jesucristo enseñaron: “Que para una persona ser salva, tiene que creer que Jesucristo es el único Salvador y ser bautizada. Hechos 16:30 y sacándolos fuera, dijo: ¡Señores! ¿Qué debo yo hacer para ser salvo? 16:31 A lo que ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. 16:32 Y le hablaron la palabra del Señor, con todos los que estaban en su casa. 16:33 Y tomándolos, en aquella misma hora de la noche, lavó sus heridas, e inmediatamente fue bautizado, él y todos los suyos.
El bautismo, debe hacerse, donde haya muchas aguas, donde la persona quede totalmente sumergida. ¿En qué nombre debe sumergirse a la persona que ha recibido a Jesús como su único Salvador? A todas las personas que los Apóstoles, los Profetas, los Diáconos y los Discípulos bautizaron, lo hicieron en el Nombre de Jesucristo. El Apóstol Pedro, ordenó, que fueran bautizados, en el Nombre de Jesucristo, todos los judíos que creyeron en Jesucristo.
Hechos 2:36 ¡Sepa pues certísimamente toda la casa de Israel, que Dios ha hecho Señor y Cristo a este mismo Jesús a quien vosotros crucificasteis! 2:37 Y habiendo ellos oído estas cosas, fueron compungidos de corazón, y dijeron a Pedro y los otros apóstoles: ¡Varones hermanos! ¿Qué haremos? 2:38 Entonces Pedro les dijo: ¡Arrepentíos, y sed bautizados, cada uno de vosotros, en el Nombre de Jesucristo, para remisión de vuestros pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo!
En otro lugar, Pedro, también, ordenó, que todos los creyentes gentiles, que creyeron en Jesucristo, fueran bautizados en el Nombre de Jesús. Hechos 10:44 Mientras Pedro estaba aún hablando estas cosas, cayó el Espíritu Santo sobre todos; los que oían la palabra. 10:45 Y los creyentes que eran de la circuncisión, cuantos habían venido con Pedro, quedaron admirados de que sobre los gentiles también fuese derramado el don del Espíritu Santo: 10:46 pues que los oían hablar en lenguas extrañas, y engrandecer a Dios. Entonces respondió Pedro: 10:47 ¿Puede alguno prohibir el uso de agua, para que éstos no sean bautizados, los cuales han recibido el Espíritu Santo lo mismo que nosotros? 10:48 Mandó pues que fuesen bautizados en el Nombre de Jesucristo.
Un Discípulo llamado: “Ananìas, le dijo, a Saulo: “Que se bautizara en el Nombre de Jesús. Hechos 22:12 Y un tal Ananías, varón piadoso según la ley, que tenía buen testimonio de parte de todos los judíos que residían allí,
22:13 vino a mí, y poniéndoseme delante, me dijo: Hermano Saulo, recibe la vista; y yo en aquella misma hora, recibí la vista, y puse los ojos en él. 22:14 Y me dijo: El Dios de nuestros padres te ha escogido, para que conozcas Su Voluntad, y veas a aquel Justo, y oigas una voz de su boca. 22:15 Porque has de ser testigo suyo a todos los hombres, de las cosas que has visto y oído. 22:16 Y ahora ¿Por qué te detienes? levántate, y bautízate, y lava tus pecados, invocando el Nombre del Señor.
El Apóstol Pablo, mando a bautizar, en el Nombre de Jesús, a uno judíos, que eran discípulos de Juan. Hechos 19:1 Y mientras Apolos estaba en Corinto, sucedió que Pablo, habiendo pasado por las regiones altas, llegó a Efeso; y hallando a ciertos discípulos, 19:2 les dijo: ¿Recibieron el Espíritu Santo cuando creyeron? Y le respondieron: Al contrario, ni siquiera hemos oído, que hay Espíritu Santo. 19:3 Y él dijo: ¿En qué pues fueron bautizados? Y dijeron: En el bautismo de Juan. 19:4 Y dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que había de venir después de él, es decir, en Jesús. 19:5 Y cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesucristo.
Felipe, el Diácono, bautizó, en el Nombre de Jesús a todos los samaritanos, que recibieron a Jesucristo, como su único Salvador. Hechos 8:12 Pero cuando creyeron en la buena noticia que Felipe les anunciaba acerca del reino de Dios y de Jesucristo, tanto hombres como mujeres se bautizaron. 8:13 Y Simón mismo también creyó; y habiendo sido bautizado, allegóse a Felipe; y viendo las señales y los grandes milagros que se hacían, quedó asombrado. 8:14 Oyendo entonces los Apóstoles que estaban en Jerusalem, que los de Samaria habían recibido la palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan; 8:15 los cuales habiendo descendido allá, oraron por ellos, a fin de que recibiesen el Espíritu Santo: 8:16 porque hasta entonces no había caído sobre ninguno de ellos: tan solo habían sido bautizados en el Nombre del Señor Jesús.
Como hemos podido observar, todos los bautismos, realizados a judíos y a gentiles por: Apóstoles, Diáconos y Discípulos, fueron hechos en el Nombre de Jesucristo. Sin embargo, las mayorías de las iglesias evangélicas, que pertenecen a los concilios evangélicos y muchas iglesias independientes no bautizan en el Nombre de Jesucristo. Por eso, afirmamos: Que las mayorías de sus doctrinas, no armonizan con la Enseñanza de los Apóstoles de Jesucristo.
Recobrando el bautismo inmediatamente después que la persona cree. Todos los bautismos realizados en el Nuevo Testamento, fueron hechos inmediatamente, después que las personas creyeron, excepto el bautismo de Saulo que fue hecho después de tres días.
Recobrando la Cena del Señor Jesús. Jesús enseñó acerca del partimiento del pan y el vino (Mateo 26:26-29) También enseñó sobre el lavamiento de los pies. (Juan 13:1-17) Así que, participar de la Cena del Señor Jesús es: Participar del partimiento del pan, del vino y el lavamiento de los pies. Pero, las mayorías de las iglesias evangélicas, no la practican como Jesús y Sus Apóstoles la practicaron. Muchas iglesias evangélicas, no practican: ni el partimiento del pan, ni del vino, ni el lavamiento de los pies. Otras, participan del pan y del vino, pero no del lavamiento de los pies. Los Apóstoles continuaron esta práctica del partimiento del pan, el vino y el lavamiento de los pies. (1 Corintios 11:23-26) 1 Timoteo 5:10)
Recobrando la enseñanza acerca de la unicidad de Dios. Dios, le reveló a Su Pueblo, Israel, que Él es uno. (Deuteronomio 6: 4). Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová, uno solo es. Jesús enseñó que Dios es uno. (Marcos 12:29) Enseñó que Él y Dios eran una misma cosa. (Juan 10:30) Enseñó que Dios estaba en Él haciendo todas las cosas. (Juan 14:8-11) Los Apóstoles enseñaron que este Dios es el mismo Jesucristo (1 Juan 5:20) “Sabemos empero que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento, para que conozcamos a aquel que es verdadero; y nosotros estamos en el que es verdadero, es decir, en Su Hijo Jesucristo. Éste es el verdadero Dios y la vida eterna”. (Romanos 9:5) “De ellos son los patriarcas, y de ellos, según la naturaleza humana, nació Cristo, quien es Dios sobre todas las cosas”. Pero el Enemigo, Satanás y sus demonios, les han hecho creer, al mundo y a la mayoría de los cristianos, que Dios no es uno, sino que son tres personas, tres dioses siendo un solo Dios. Tres esencias. Etc. ¡Oh, cuantas blasfemias!
Recobrando el orar por los enfermos poniéndoles la mano sobre sus cabeza. Jesús enseñó que se orara y les pusieran las manos sobre los enfermos (Marcos 16:18) “Mas al ponerse el sol todos los que tenían enfermos de diversas dolencias, los traían a él; y poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanó”. (Lucas 4:40) Hoy, la mayoría de los cristianos, dicen: “Ya estas practicas de poner la mano sobre los enfermos y ungirlos con aceite, no son necesarias, Dios, oye la oración que uno le haga”. “Yo he orado por enfermos, y Dios ha contestado la oración
Recobrando el orar por los enfermos ungiéndolos con aceite. Los Apóstoles echaban fuera demonios y ungían con aceite a los enfermos. Marcos 6:13 Y echaban fuera muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos, y sanaban. Los Apóstoles enseñaron, que se orara por los enfermos, ungiéndolos con aceite en el Nombre de Jesucristo. Santiago 5:13 ¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración. ¿Está alguno alegre? Cante. 5:14 ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la Iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el Nombre del Señor; 5:15 y la oración de fe sanará al enfermo, y el Señor lo aliviará; y si estuviere en pecados, le serán perdonados. (Santiago 5:13.15)
Recobrando el cubrirse la cabeza. Los Apóstoles enseñaron, que las mujeres para orar o profetizar, tenían que cubrirse sus cabezas con un velo. (1 Corintios 11:1-13) 1Cor. 11:1 Sed imitadores de mí, [así] como yo del Cristo. 11:2 Y os alabo, hermanos, que en todo se acuerdan de mí, y retienen las instrucciones mías, de la manera que os hablé. 11:3 Más quiero que sepan, que el Cristo es la cabeza de todo varón; y el varón la cabeza de la mujer; y Dios la cabeza del Cristo. 11:4 Todo varón que ora o profetiza cubierta la cabeza, afrenta su cabeza. 11:5 Mas toda mujer que ora o profetiza no cubierta su cabeza, afrenta su cabeza; porque lo mismo es que si se hubiese rapado. 11:6 Porque si la mujer no se cubre, trasquílese también; y si es vergonzoso a la mujer trasquilarse o raerse, cúbrase (la cabeza). 11:7 Porque el varón no ha de cubrir la cabeza, porque es imagen y gloria de Dios; mas la mujer es gloria del varón. 11:8 Porque el varón no es [sacado] de la mujer, sino la mujer del varón. 11:9 Porque tampoco el varón es creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón. 11:10 Por lo cual, la mujer debe tener potestad sobre su cabeza, por causa de los ángeles. 11:11 Más ni el varón [es] sin la mujer, ni la mujer sin el varón, en el Señor. 11:12 Porque como la mujer [salió] del varón, así también el varón [nace] por la mujer; todo, sin embargo, [sale] de Dios. 11:13 Juzgad vosotros mismos: ¿Es honesto la mujer orar a Dios no cubierta? Que lástima, que la mayoría de las iglesias evangélicas, hayan anulado este mandamiento de Dios.
Recobrando que las mujeres no pueden ser pastoras de Iglesias. Los Apóstoles enseñaron que las mujeres no pueden enseñar doctrina en la Iglesia, a los hombres ni ejercer autoridad sobre el hombre. O sea, que no pueden ser pastora de una Iglesia local. (1 Timoteo 2:11-12)

Recobrando el liderazgo apostólico en las Iglesias locales. Los Apóstoles enseñaron que cada Iglesia debe ser dirigida por ancianos y diáconos. (Hechos 14.21-13). Hechos 14:21 Y como hubieron anunciado el Evangelio a aquella ciudad, y enseñado a muchos, volvieron a Listra, y a Iconio, y a Antioquia, 14:22 confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y [enseñándoles] que es necesario que por muchas tribulaciones entremos en el Reino de Dios. 14:23 Y habiéndoles constituido ancianos en cada una de las Iglesias, y habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en el cual habían creído. Hechos 20:17) Y enviando desde Mileto a Efeso, hizo llamar a los ancianos de la Iglesia. Filipenses 1:1) Pablo y Timoteo, siervos de Jesús, [el] Cristo, a todos los santos en Cristo Jesús que están en Filipos con los obispos y diáconos. Los diáconos 1 Timoteo 3.1.12)
Recobrando la invocación del Nombre de Jesús. ¿Qué significa invocar? invocar significa: “Llamar a una persona, en voz alta, por su nombre”. Definición de la invocación. El idioma hebreo, define la palabra: “invocar”, como: Vocear y gritar, llamando a una persona por su nombre esto es exclamar. El idioma griego, define la palabra invocar, como: Llamar. Entonces, invocar el nombre de una persona, significa: “Llamar a una persona por su nombre en voz alta. En otras palabras, es llamar a una persona audiblemente.
En el Viejo Testamento: de todas las naciones, solo el Pueblo de Dios, Israel, invocaba el Nombre de Jehová. “Si se humilla Mi Pueblo, sobre el cual Mi Nombre es invocado, y oran, y buscan mi rostro, y se convierten de sus malos caminos; entonces Yo oiré desde los cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra”. (Crónicas 7:14) Invocar el Nombre de Jehová también significa: Llamarle, gritarle en voz alta. El Profeta Jeremías invocó el Nombre de Jehová diciendo: (Lamentaciones 3: 55-57) “Jehová, Tu Nombre invoqué desde la cárcel profunda, 56 y oíste mi voz. ¡No escondas Tu oído del clamor de mis suspiros!, 57 pues te acercaste el día que te invoqué y dijiste: No tema”. Para que Dios oyera su voz, Él tenía que llamarle en voz alta. Esto prueba, que invocar es: llamar a Jehová o a una persona por su nombre en voz alta. Dios nos dice: “Invócame en el día de la angustia; te libraré y tú me honrará” (Salmo 50:15)
La historia de invocar el Nombre de Jehová en el Antiguo Testamento. La práctica de invocar el Nombre de Jehová viene desde la tercera generación. Fue Enós, el hijo de Set que comenzó a invocar el Nombre de Jehová. (Génesis 4:26) “Y a Set también le nació un hijo, al que puso por nombre Enós. Entonces los hombres comenzaron a invocar el Nombre de Jehová. Todos los que invocaron y clamaron el Nombre Jehová él lo oyó. “En mi angustia invoqué a Jehová y clamé a mi Dios. Él oyó mi voz desde Su Templo y mi clamor llegó hasta sus oídos” (Salmo 18.6) Invocar el Nombre Jehová, era una practica del pueblo israelita.

Y en el Nuevo Testamento, solo las Iglesias de Jesucristo invocaban en voz alta Su Nombre. “Y aun aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes para prender a todos los que invocan Tu Nombre”. (Hechos 9:14) Y en este tiempo, solo las Iglesias locales, establecidas con la Enseñanza de los Apóstoles y los Profetas, invocan en voz alta el Nombre del Señor Jesús. Saulo, perseguía a los que invocaban el Nombre de Jesús. Pero después, de su conversión, se convirtió en un invocador.
Aprender a Invocar en voz alta el Nombre del Señor Jesús, es una necesidad para cada cristiano. Tarde o temprano, a cada cristiano le tocará Invocar en voz alta el Nombre del Señor Jesús. Pues, no existe un cristiano, sin pruebas, sin aflicciones, sin tentaciones y sin pasar por un momento de dolor y amargura. Es para ser confortados, consolados y liberados de todas estas cosas, que tenemos que invocar en voz alta el Nombre del Señor Jesús.
Cuando llamamos a una persona en voz alta, la persona nos oye y viene a nosotros. Eso mismo, nos ocurre cuando invocamos en voz alta el Nombre del Señor Jesús. Cuando invocamos: Oh, Señor Jesús, Él viene a socorrernos. Son miles y miles de hijos de Dios, que se han beneficiados de la presencia inmediata del Señor Jesús, cuando han invocado Su Nombre. Dios contesta nuestras oraciones cuando le oramos, pero invocar el Nombre del Señor Jesús, es algo especial.
Ya hemos dicho, que invocar significa: “Llamar en voz alta a una persona por su nombre”. Cuando usted invoca o llama en voz alta un nombre, viene la persona que le pertenece ese nombre. Por tanto, si usted invoca el Nombre de Jesús, diciendo: “Oh, Señor Jesús, ¿Quién viene? Vendrá Jesús. Sólo que no viene una persona física, sino que Él viene como el Espíritu Santo. La ayuda del Señor Jesús no se hace esperar una vez que lo invocamos. Encontrar a los cristianos que vivían en Damasco, no era una tarea difícil para Saulo de Tarso. Pues, los cristianos eran conocidos como: “Invocadores del Nombre de Jesús”. Los primeros cristianos, no solo oraban al Padre en el Nombre de Jesús, sino que también invocaban el Nombre de Jesús en cualquier necesidad.
Luego, vemos, que el que antes perseguía a los cristianos que invocaban el Nombre del Señor Jesús, se convirtió en un invocador del Nombre del Señor Jesús. Saulo, iba a damasco para apresar a los invocadores el Nombre del Señor, ellos, a pesar de la orden de arresto en su contra, no cesaban de invocar el Nombre del Señor Jesús. Ellos conocían la promesa que Dios hizo a su Pueblo: “invócame en la angustia y Yo te responderé”. (Salmo 50:15) Y como respuesta a la invocación del Nombre de Jesús, el Señor Jesús, como el Espíritu Santo vino y salvó a todos los que estaban invocando Su Nombre en Damasco. Lo que Dios promete lo cumple. Aleluya. Ellos llamaron al Señor Jesús, y el Señor Jesús vino en su ayuda. Y si usted invoca en voz alta el Nombre del Señor Jesús, seguro que Él vendrá, lo bendecirá y cubrirá su necesidad. Pablo le dice a Timoteo: “Huye también de las pasiones juveniles y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor”. (Segunda Timoteo 2:22)
Recobrando el verdadero nombre de la Iglesias. Los Apóstoles enseñaron que cada Iglesia local, lleve el nombre de la ciudad, o del municipio, o del distrito municipal. (Hechos 8:1 La Iglesia en Jerusalén) Hechos 13:1 La Iglesia en Antioquia) Romanos 16:1. La Iglesia en Cencrèa. En Apoc. 1:11, vemos, que allí se mencionan siete Iglesias, y después, siete ciudades, y siete nombres que tenían estas ciudades. ¿Qué nombre tenía cada una para identificarse como Iglesia? Veamos: los hermanos que vivían en la ciudad de Efeso, tomaron el nombre de la ciudad para identificarse como: La Iglesia en Efeso (Apoc. 2:1). ¿Y los hermanos que vivían en las otras ciudades? Ellos también tomaron el nombre de la ciudad para identificarse. En Apocalipsis capítulos dos y tres encontramos los nombres de cada una de ellas. Apoc. 2:8, nos habla de la Iglesia en Esmirna. Apoc. 2:12 dice: la Iglesia en Pergamos. En Apoc. 2:18 encontramos la Iglesia en Tiatira. En Apoc. 3:7 vemos, la Iglesia en Filadelfia. En Apoc. 3:14 vemos, la Iglesia en Laodicea. (Para más información solicite gratis el folleto: el verdadero nombre de la Iglesia)
Recobrando el Terreno de la Iglesia. ¿Qué significa recobrar el Terreno de la Iglesia? Significa: Tomar el nombre de la ciudad o del municipio para identificarnos como la Iglesia de Jesucristo en esa ciudad o en ese municipio.
Recobrando una Iglesia una ciudad. En cada Ciudad o en cada municipio, solo debe haber una sola Iglesia. Pueden establecerse muchos locales de reunión, pero todos, enseñando y practicando una misma enseñanza: la Enseñanza de los Apóstoles y los Profetas. En una ciudad, una Iglesia. Pero en una provincia, pueden establecerse muchas Iglesias.
Solamente una Iglesia en una localidad. Hay una cosa que todos nosotros debemos observar: El mundo no tiene Iglesia; por lo tanto, es erróneo que exista la Iglesia Católica Romana. Un país no tiene Iglesia; por lo tanto, es erróneo que exista la Iglesia Anglicana (es decir, la Iglesia de Inglaterra o la Iglesia Episcopal). Una provincia no tiene Iglesia, ni tampoco la tiene una raza. En la Biblia, solamente la unidad administrativa más pequeña tiene Iglesia: sólo una localidad o una ciudad tiene Iglesia. La Iglesia de una localidad no puede unirse con la Iglesia de otra localidad para llegar a ser una sola Iglesia. Cada ciudad solamente puede corresponder a una sola Iglesia, tal como un esposo solamente puede corresponder a una sola esposa. Por lo tanto, en cuanto a Antioquia, tenemos “la Iglesia en Antioquia”, no “las Iglesias en Antioquia” (Hechos. 13:1). Sería incorrecto decir: “las Iglesias en Antioquia”. Según el orden de Dios, una localidad solamente puede corresponder a una sola Iglesia, nunca con muchas iglesias. En la Biblia, nunca se puede encontrar las Iglesias en Corinto o las Iglesias en Antioquia. Pero la Biblia sí dice: “la Iglesia en Antioquia”, “la Iglesia en Corinto” (1 Corintios. 1:2), “la Iglesia en Filadelfia”, todas singular. No había Iglesias en Antioquia, ni en Corinto, ni en Filadelfia.
El orden de Dios para la Iglesia en el lado espiritual es la autoridad del Espíritu Santo, y en su apariencia externa, la limitación de la localidad. Cuando la Iglesia en Corinto tendió a dividirse en cuatro divisiones, Pablo inmediatamente los reprendió por ser divisivos y carnales. Cuando los corintios tendieron a dividirse en muchas Iglesias pequeñas, una, la Iglesia de Pablo, otra, la iglesia de Cefas, otra, la Iglesia de Apolos y otra, la Iglesia de Cristo, el Espíritu Santo dijo que eso es carnal. Cada ciudad, cada localidad, sólo puede corresponder a una sola Iglesia. Cada vez que aparece más de una, eso es una división, eso es una secta, eso es lo que Dios rechaza. Desde el punto de vista de Dios, la Iglesia en Corinto se volvió carnal. ¿Por qué? Porque solamente puede haber una Iglesia en una localidad; una segunda Iglesia nunca puede ser establecida. Cuando una Iglesia ya está establecida, la segunda es entonces una división y es carnal. Nunca puede haber más de una iglesia en una localidad. Cada Iglesia debe corresponder a una localidad. Si una Iglesia no ha de corresponder a una localidad, es imposible establecer tal Iglesia. Si no hay localidad, no hay Iglesia. Es más que evidente que Dios toma el límite de la localidad como terreno. ¿En qué posición tenemos que ponernos para orarle a Dios? ¿De rodillas? ¿De Pies? ¿Sentados? ¿De rodillas con los brazos extendidos hacia el cielo? ¿De rodillas con el rostros tocando la tierra? En fin, ¿Cuál es la regla que Dios estableció para orarle? Por medio de este folleto conocerá la posición para orarle a Dios de acuerdo a los ejemplos que los siervos de Dios nos dejaron escritos en la Biblia.
Recobrando el orar de rodilla. ¿En qué posición tenemos que ponernos para orarle a Dios? ¿De rodillas? ¿De Pies? ¿Sentados? ¿De rodillas con los brazos extendidos hacia el cielo? ¿De rodillas con el rostros tocando la tierra? En fin, ¿Cuál es la regla que Dios estableció para orarle? Por medio de este folleto conocerá la posición para orarle a Dios de acuerdo a los ejemplos que los siervos de Dios nos dejaron escritos en la Biblia.
¿Qué nos enseña la Biblia al respecto? Ella nos enseña que, para orarle a Dios no hay una sola regla establecida. La Biblia no fija una sola posición para orarle a Dios. Nosotros tampoco lo haremos. Pues, establecer una sola posición para orarle a Dios, establecemos lo que la Biblia no enseña. Los hijos de Dios tienen que orarle a Dios dependiendo de la circunstancia en que se encuentren. Pero, debido a que existen muchos ejemplos de cómo orarle a Dios de rodillas, creemos que debemos orarle a Dios de rodillas, siempre y cuando las circunstancias nos lo permitan.
Orarle a Dios de rodillas es la posición más practicada en la Biblia. Por eso, creemos que es de rodillas que hay que orarle a Dios. Pero hay acepciones. ¿Cuáles son esas acepciones? Veamos: (1) la Biblia nos dice: Entonces oró Jonás a Jehová su Dios desde el vientre del pez, Y dijo: Invoqué en mi angustia a Jehová, y Él me oyó, desde el seno del Seol (el sepulcro del pez) clamé, y mi voz oíste. (Jonás 2:1-2) En este pasaje bíblico, vemos, que el profeta Jonás oró a Dios desde el vientre del gran pez y Dios lo oyó. Pero aquí no nos dice que él oró a Dios de rodillas, si no que él oró a Dios desde la posición en que se encontraba y Dios lo oyó. Y podemos estar bien seguro, que él no estaba ni de pies, ni de rodillas. Pero la Biblia dice, que Dios lo oyó.
(2) Si usted va a orar por un enfermo y él no puede ponerse de rodillas, ¿No oraría con él solo porque no se puede poner de rodillas? (3) Si vamos en un carro, o un tren, o un avión, o en un autobús y se nos presenta la oportunidad de orar por alguien, ¿No lo haremos sólo porque no podemos ponernos de rodillas? ¿Ve usted como debemos orarle a Dios dependiendo de la circunstancia y la posición en que nos encontremos? El ejemplo que tenemos de la mayoría de los siervos de Dios es, que para orarle a Dios, ya sea para darle gracias., alabarle o pedirle socorro y protección es de rodillas. Pero Dios acepta también cualquier oración que le hagamos en cualquier posición en que nos encontremos.
Recordemos: Dios oyó la oración de Jonás desde el vientre del gran pez y él le oró a Dios justo desde la posición en que se encontraba. Él no podía ponerse de rodillas, porque la posición en que se encontraba no se lo permitía. El punto es: que tenemos que orarle a Dios de rodillas, siempre y cuando las circunstancias nos lo permitan. Ahora, observemos, otro ejemplo. Después que el Apóstol Pablo hubo terminado de hablarles la palabra de Dios a los ancianos que dirigían la Iglesia de Efeso y Mileto, se puso de rodillas y oró con todos ellos. (Hechos 20:36)
El ponerse de rodillas para orarle a Dios era su práctica. ¿Debe ser la nuestra también? Creemos que si, si en verdad edificamos la Iglesia de Jesucristo conforme a Sus enseñanzas y prácticas. Todas las Iglesias locales establecidas por los Apóstoles, practicaban el orarles a Dios de rodillas. El Apóstol Pablo duró siete días reuniéndose con los hermanos que vivían en Tiro, y cuando llegó la hora de su partida, los hermanos con sus mujeres y niños fueron a despedirlo a la playa. ¿Qué hicieron ellos? La Biblia nos dice: Y puesto de rodillas en la playa, oramos (Hechos 21:1-5) Como hemos podido observar, el ponerse de rodillas para orarle a Dios era un practica común entre ellos. ¿Eso significa que solo de rodillas era que ellos tenían que orar siempre para Dios poner escucharle? No. Pues, la Biblia nos enseña, que ellos se vieron en una circunstancia que no le permitía ponerse de rodillas para orarle a Dios. Sin embargo, desde la posición en que se encontraban, le oraron a Dios y Dios los escuchó. ¿Cuál fue esa circunstancia? Veamos: Después, que el Apóstol Pablo y Silas, llegaron a Filipo, una muchacha poseída por un demonio de adivinación, se burlaba de ellos y esto lo hacía por varios días. Entonces Pablo lleno del Espíritu Santo, le ordenó al demonio de adivinación que estaba en ella, que saliera de su cuerpo. En ese mismo instante el demonio de adivinación salió de su cuerpo y ella ya no podía adivinar más. Cuando los amos de la muchacha vieron que ya ella no podía seguir adivinando, porque quien adivinaba era el demonio de adivinación, ellos se llenaron de ira con Pablo y Silas, porque ganaban mucho dinero por la adivinación que hacia este demonio a través de la muchacha. Entonces los apresaron y los trajeron al Foro, antes de las autoridades, y le dijeron: Estos hombres, siendo judíos, alborotan nuestra ciudad, y enseñan costumbres religiosas que nosotros no practicamos, pues somos romanos. Entonces, las autoridades mandaron al Carcelero que le rompiera sus ropas y los azotaran con varas. Después de azotarlos muchos, lo echaron en la cárcel, mandando al Carcelero que los guardara con seguridad, el cual, al recibir esta orden, los metió en el calabozo de más adentro y le aseguró los pies en el cepo. Pero, aleluya, a media noche, orando Pablo Y Silas, cantaban himnos a Dios, y los presos los oían. Ellos no estaban orando de rodillas, pero Jesús escuchó sus oraciones. (Hechos 16:16-25).
Recobrando el orar con el rostro hacia Jerusalén. La Biblia es y debe ser nuestra única regla de fe y práctica en asuntos espirituales, morales y prácticos. En el primer tema: “Orando como enseña la Biblia”, observamos, que podemos orarle a Dios de pies, sentado, acostado y postrado de rodillas. Y que según el ejemplo que nos dejaron escrito muchos siervos de Dios, Jesús y Sus Apóstoles, ellos oraban a Dios puesto de rodillas. Por lo tanto, concluimos que, la manera de orarle a Dios es de rodillas, siempre y cuando las circunstancias nos lo permitan. (Para más información, solicite el folleto: “Orando como enseña la Biblia”).
Ahora, deseo presentarle, la posición que debemos ponernos para orarle a Dios. Y la pregunta es, ¿Podemos orarle a Dios poniendo el frente en cualquier dirección? Y la respuesta es, sí. Dios oye nuestras oraciones. Pero tenemos que poner nuestro rostro hacia el lugar que lo hicieron los siervos de Dios, Jesús y los Apóstoles en el Antiguo Testamento y en el Nuevo Testamento.
¿Mirando hacia donde se arrodillaban ellos para orarle a Dios y por qué lo hacían así? Conozcamos la historia: 1 Reyes 8: 37-54 leemos: “Si en la tierra hay hambre, pestilencia, plagas, si sus enemigos los sitian en la tierra donde habiten, en todo azote o enfermedad, cualquiera que sea la oración o súplica que haga cualquier hombre, o Tu Pueblo Israel, cuando cualquiera sienta el azote en su corazón y extiendas sus manos hacia esta Casa, Tú oirás desde los cielos, en el lugar de tu morada, perdonarás y actuarás, dará a cada uno, cuyo corazón tu conoces, conforme a sus caminos, para que te teman todos los días que vivan sobre la faz de la tierra que Tu diste a nuestros padres. Asimismo el extranjero, que no es de Tu Pueblo Israel, y viene de lejana tierra a causa de tu Nombre, y llega orar a esta Casa, Tu lo oirás en los cielos, en el lugar de tu morada, y harás conforme todo aquello por lo cual el extranjero haya clamado a ti, para que todos los pueblos de la tierra conozcan Tu Nombre y te teman, como Tu Pueblo Israel, y entiendan que Tu Nombre es invocado sobre esta Casa que yo edifiqué. Si Tu Pueblo saliere en batalla contra sus enemigos por el camino que Tu les mandes, y oraren a Jehová con el rostro hacia la ciudad que Tú elegiste, y hacia la Casa que yo edifiqué a Tú Nombre, Tú oirás en los cielos su oración y sus súplicas y les hará justicia. Si pecaren contra Ti, (porque no hay hombre que no peque), y estuvieres airado contra ellos, y los entregares delante del enemigo, para que los cautive y lleve a tierra enemiga, sea lejos o cerca, y ellos volvieren en sí en la tierra donde fueren cautivos; si se convirtieren y oraren a Ti en la tierra de los que los cautivaron, y dijeren: Pecamos, hemos hecho lo malo, hemos cometido impiedad; y si se convirtieren a Ti de todo corazón y de toda su alma, en la tierra de sus enemigos que los hubieren llevado cautivos, y ORAREN A TI CON EL ROSTRO HACIA SU TIERRA, que Tú diste a sus padres, y hacia la Ciudad que Tú elegiste y la casa que yo he edificado a Tu nombre, Tú oirás en los cielos, en el lugar de Tu morada, su oración y su súplica, y les hará justicia. Y perdonarás a Tú Pueblo que había pecado contra Ti, y todas sus infracciones con que se hayan rebelado contra Ti, y harás que tenga de ellos misericordia los que hicieren llevado cautivos; porque ellos son Tú Pueblo y Tú heredad, el cual Tú sacaste de Egipto, de en medio del horno de hierro. Estén, pues, atentos Tus ojos a la oración de Tú siervo y a la plegaria de Tú Pueblo Israel, para oírlos en todo aquello por lo cual te invocaren. Cuando acabó Salomón de hacer a Jehová toda esta oración y súplicas, se levantó de delante del altar de Jehová, donde se había arrodillado, con sus manos extendidas al cielo.
PACTO DE DIOS CON SALOMÓN: Cuando Salomón hubo acabado la obra de la Casa de Jehová, y la casa real, y todo lo que Salomón quiso hacer, Jehová apareció a Salomón la segunda vez, como le había aparecido en Gabaón. Y le dijo Jehová: “Yo he oído tu oración, y tu ruego que has hecho en mi presencia. Yo he santificado esta Casa que tu ha edificado, para poner Mi Nombre en ella para siempre; y en ella estarán Mis ojos y Mi corazón todos los días. (1 Reyes 9:1-2)
Dios le prometió a Salomón, que Él había oído su oración y el ruego que había hecho delante de la presencia de Dios. Es decir, que haría exactamente como él le había pedido. Si Su pueblo Israel era llevado cautivo lejos o cerca de Jerusalén, y ponía Su rostro hacía Jerusalén y hacia el Templo y confesaba sus pecados, Dios oiría su oración. Esta es la razón por la cual, todo judío que estaba y está fuera de Jerusalén oraba y ora a Dios con el rostro hacia Jerusalén y hacia el lugar que Dios eligió para que se le construyera Su Templo.
Notemos que hay tres frases, que justifican, hacia donde tenemos que pone el rostro para orar: Y oraren a Ti con el rostro hacia su tierra. Y oraren a Jehová con el rostro hacia la ciudad que Tú elegiste. Y oraren a Jehová con el rostro hacia la Ciudad que Tú elegiste, y hacia la Casa (el Templo). Aquí tenemos: la Ciudad, el Templo y la tierra. Hoy, no está el templo, pero está la ciudad y la tierra. Así que, nuestras oraciones tenemos que hacerla con el rostro hacia uno de estos tres lugares.
El orarles a Dios de rodillas y con el rostro hacia Jerusalén, debía hacerlo el Pueblo de Israel y también el extranjero. Dios les prometió a Salomón oír sus oraciones y súplicas. Es por esta causa, que debemos orarles a Dios puesto de rodillas y con el rostro hacia Jerusalén. Cuando el rey Nabucadonosor llevó cautivo a Babilonia al Pueblo de Dios, ellos le oraban a Dios de rodillas con el rostro hacia Jerusalén. El profeta Daniel era uno de ellos, él le oraba a Dios tres veces al día, puesto de rodillas y con el rostro hacia Jerusalén. (Daniel 6:10) En el Salmo 5:7 leemos: “Mas yo por la abundancia de Tú misericordia entraré en Tú Casa; adoraré con reverencia hacia Tú Santo Templo”. Los israelitas oraban mirando hacia el lugar santísimo del Templo en Jerusalén. En el Salmo 134:1-2 leemos: “Mirad, bendecid a Jehová, vosotros todos los siervos de Jehová, los que en la Casa de Jehová están por las noches. Alzad vuestras manos al santuario (EL Templo) y bendecid a Jehová”.
En el Salmo 138:2 leemos: “Me postraré hacia Tú Santo Templo y alabaré Tú Nombre por Tú misericordia y Tú fidelidad, porque ha engrandecido Tú Nombre y Tú palabra sobre todas las cosas. El día que clamé, me respondiste; fortaleciste el vigor de mi alma.
El gesto de extender las manos hacia el Templo solía acompañar la oración. En el Salmo 28: 1-2 leemos: “A Ti clamaré, Jehová. Roca mía, no te desentienda de mí, no sea que, dejándome Tú, llegue a ser semejante a los que descienden al sepulcro. Oye la voz de mis ruegos cuando clamo a Ti, cuando alzo mis manos hacia Tu Santo Templo”.
Así que ellos oraban a Dios, puesto de rodillas, con el rostro hacia Jerusalén y extendiendo sus manos hacia el Templo. Esto era una práctica que ellos hacían cada vez que iban a orarle a Dios. ¿Debemos hacer nosotros lo mismo? Bueno, si esto es una práctica dentro del Pueblo de Dios, Israel, ¿Por qué no lo es también en Su Iglesia? ¿Por qué debemos orarle a Dios adoptando una posición que la Biblia no enseña, pero sí rechazando la posición que la Biblia nos enseña?








Recobrando la enseñanza acerca del Rapto de los hijos de Dios. El Rapto es una profecía. ¿Qué Profecía anuncia el arrebatamiento o el Rapto? He aquí la profecía: (1 Tes. 4:13-18) “Hermanos míos, queremos que sepan lo que en verdad pasa con los que duermen, para que no se pongan tristes, como los que no tienen esperanza. 15 Nosotros creemos que Jesucristo murió y resucitó, y que del mismo modo Dios resucitará a los que vivieron y murieron confiando en Él. 15 Por eso, de acuerdo a lo que el Señor nos enseñó, les decimos que los que aún vivamos cuando Él venga, nos reuniremos con Él después de que se hayan reunidos con Él los que estaban muertos. 16 Porque cuando Dios le de la orden por medio del jefe de los Ángeles, y oigamos la trompeta anunciando que el Señor Jesús baja del cielo, los que antes de morir confiaron en Él, serán los primeros en resucitar. Después, Dios nos llevará, los que estemos vivos en ese momento, y nos reunirá con los demás en las nubes. Allí, todos juntos nos encontraremos con el Señor Jesús. Así que, anímense los unos a los otros con esta esperanza.
Las siete profecías que tienen que cumplirse antes del Rapto. Estos versículos nos dicen claramente: “Jesucristo no vendrá visiblemente sin que antes venga la apostasía”. 2- Surja el hombre de pecado (el Anticristo). 3- Sea reconstruido el Templo en Jerusalén. 4- el hombre de pecado profanará el Templo y se sentará en él. 5- Prohibición de todo tipo de adoración que se le haga a una divinidad, 6- adoración al Anticristo y a su imagen. 7- La gran tribulación mundial, la cual durará tres años y medio. 8- el Rapto. 9- La Segunda venida de Jesucristo. ¿Ve cuando ocurre el Rapto? Ocurrirá, al final de la gran tribulación. Pues, es al final de la gran tribulación que Jesucristo vendrá Visiblemente. Amen. La Segunda venida del Hijo del hombre, Jesucristo. (Mateo 24:29-30) E Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo y las potencias de los cielos serán conmovidas. 30 Entonces aparecerá la señal del Hijo del hombre en el cielo, y todas las tribus de la tierra harán lamentación cuando vean al Hijo del hombre venir sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.
El Rapto, no puede ocurrir en cualquier momento, porque es una profecía. El cumplimiento de una profecía está sujeto a tiempo y lugar. Ni más ni menos. Todas las profecías de Dios están sujetas a tiempo. Por lo tanto, el Rapto, no puede ocurrir en cualquier momento, porque es una profecía. El Rapto, ocurrirá, justo en el tiempo que Dios lo prefijó. Y Dios lo profetizó antes de la Segunda Venida visible de Jesucristo. Veamos, ahora, cuando la Profecía del Rapto tiene su cumplimiento. ¿Qué es el Rapto? El Rapto, es el arrebatamiento de los hijos de Dios al cielo, para recibir a Jesucristo en el aire ¿Cuándo ocurre el Rapto? El Rapto, ocurre, justamente, al final de los tres años y medios de la gran tribulación. Es decir, después de la gran tribulación mundial que hará el Anticristo y su falso profeta. Jesucristo profetizó que su Segunda Venida ocurriría inmediatamente después de la gran tribulación, diciendo: (Mateo 24: 29-30) E inmediatamente, después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas. 30 Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.
Observemos, la expresión: Inmediatamente, después de la tribulación de aquellos días. ¿Qué es lo que va a ocurrir? Nos dice, que veremos la señal del Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria. Entonces, el Rapto, ocurre en ese momento que terminan los tres años y medio de la gran tribulación. Jesucristo, desciende del cielo visiblemente, y con voz de mando y con trompeta de Dios llamará a sus hijos, y todos sus hijos serán raptados para recibir a Jesucristo en el aire. Luego, regresan a la tierra juntamente con Él. Así se les dará comienzo al Reinado de Jesucristo aquí en la tierra, en Jerusalén, por mil años. (Apocalipsis 20:1-6) Jesucristo será el Rey de Israel. (Lucas 1:26-33) Todas las naciones serán gobernadas por Jesucristo (Apoc. 11:15).
¿Es cierto que los cristianos seremos arrebatados, antes de la gran tribulación, para estar con Jesucristo en el cielo durante siete o mil años? Esa información es falsa. Veamos: si Jesucristo desciende del cielo, llama y arrebata a los verdaderos cristianos, que se han ganado ese privilegio ¿Dónde estarán los cristianos en ese momento en la tierra o en el cielo? En la tierra, por supuesto. Por eso, dice Pablo: Que seremos arrebatados para recibir a Jesucristo en el aire. ¿Cuándo seremos arrebatados? Inmediatamente, después de la tribulación de aquellos días. Pues, después, que termine esta gran tribulación mundial, es que Cristo viene visiblemente en las nubes, y llama a los verdaderos cristianos para que lo reciban en el aire. Luego, vendrá con ellos para reinar, en Jerusalén.
Entonces, si los cristianos serán arrebatados después que pase la gran tribulación, ¿Dónde estarán ellos? Ellos estarán en la tierra y no en el cielo. Por lo tanto, las falsas enseñanzas proféticas, de que los hijos de Dios no estarán en la tierra durante la gran tribulación, es una mentira diabólica. Solo de la boca de un ignorante del cumplimiento de esta profecía, o de un falso profeta, pueden salir tales mentiras. Pues, si Jesucristo es el que va a llamar y arrebatar a los cristianos, y Jesucristo viene visiblemente, después de la gran tribulación, los cristianos tienen que estar aquí en la tierra para ser arrebatados. Amén.

Recobrando la enseñaza acerca del espíritu humano. Cada ser humano tiene un espíritu creado por Dios. Es muy importante que los creyentes sepan que tienen un espíritu humano. Más adelante veremos que toda comunicación entre Dios y el hombre se produce en el espíritu que hay en el hombre. Si un creyente no sabe que tiene un espíritu, no sabrá cómo tener comunión con Dios en su espíritu, y sustituirá la obra del espíritu por actividades del alma, como por ejemplo, las de la mente y la parte emotiva. Como resultado, actuará la mayoría de veces conforme a su mente y no según la guiaza del Espíritu Santo a través de su espíritu. Ahora, analicemos los versículos que afirman que en el hombre hay un espíritu humano creado por Dios, para Dios por comunicarse con el hombre y para que él lo adore:
Nota: la Biblia hace la diferencia entre el Espíritu de Dios y el espíritu humano que hay en cada persona: en Romanos 8:16 vemos, que el Espíritu de Dios está escrito en letra mayúscula y el espíritu humano está escrito con letra minúscula. “el Espíritu da testimonio a nuestro espíritu”. Por lo tanto, cada vez que veamos la palabra Espíritu con letra mayúscula se refiere al Espíritu de Dios y cuando veamos espíritu escrito con letra minúscula se refiere al espíritu humano que hay en el hombre.
En Génesis 2: 7, nos habla, de que Dios soplo en el hombre aliento de vida. Este aliento de vida, se convirtió en la vida del cuerpo y en el espíritu humano. Zacarías 12:1 dice: “Jehová, que extiende los cielos y funda la tierra, y forma el espíritu del hombre dentro de él”. Job 32:8 dice: “Ciertamente espíritu hay en el hombre, y el Espíritu del Omnipotente le hace que entienda”. En Corintios 2:11 se habla del espíritu del hombre que está en él. En 1 Corintios 5:4 se hace referencia a “mi espíritu”. Romanos 8:16 habla de “nuestro espíritu”. En 1 Corintios 14:14 de nuevo menciona “mi espíritu”. Proverbios 25:28 menciona “el espíritu del hombre”. Hebreos 12:23 menciona “los espíritus de los juntos”.
Estos versículos demuestran que el hombre tiene un espíritu, el cual no es el Espíritu Santo. Por medio de éste espíritu nosotros adoramos a Dios. En Juan 4:24 dice: “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren”. Por lo tanto, la adoración a Dios es por medio de nuestro espíritu.

Para más información: 829-801-9407
hermanochencho777@hotmail. Com.

LA IGLESIA DE JESUCRISTO EN SANTO DOMINGO ESTE
APARTADO POSTAL B-250
SANTO DOMINGO, DISTRITO NACIONAL, R. D.

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