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  ¿POR QUÉ LAS HERMANAS DEBEN PONERSE UN VELO PARA ORAR, PROFETIZAR Y LEER LA BIBLIA?
 
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¿POR QUÉ LAS HERMANAS DEBEN PONERSE UN VELO PARA ORAR, PROFETIZAR Y LEER LA BIBLIA?

 

EL GOBIERNO DE DIOS Y LA GRACIA DE DIOS SOBRE EL CUBRIRSE LA CABEZA

 

MINISTERIO PROFETICO: ABRIENDO LOS OJOS

 

Nota: este es un capítulo de un libro escrito por Watchman Nee: "Mensajes para nuevos creyentes, capìtulo 44". 

 

Juzgad entre vosotros mismos, ¿Es correcto que la mujer ore a Dios sin cubrirse la cabeza? (1 Corintios 11:13) Para que una mujer se cubra su cabeza para orar, debe primero conocer en que consiste cubrirse la cabeza con un velo. Para comprender este tema, se requiere conocer el Gobierno de Dios y la Gracia de Dios. Primero, hemos de saber que Dios ha establecido dos sistemas en el universo: el sistema de la Gracia y el sistema del Gobierno de Dios.

 

EL SISTEMA DE LA GRACIA DE DIOS: Todo lo que se refiere a la Iglesia, salvación hermanos y hermana, e hijos de Dios queda incluido en el sistema de Gracia de Dios. Todo lo que pertenece al Espíritu Santo y a la redención pertenece a este sistema de Gracia. Dentro del proceso de la Gracia de Dios, la relación del hombre y la mujer es tal que la mujer sirofenicia recibió la gracia de Dios como lo había recibido el centurión. Lo mismo María que Pedro. De la misma manera Marta y María podrían haber sido levantadas de los muertos como Lázaro.

 

EL SISTEMA DEL GOBIERNO DE DIOS: Pero hay otro sistema en la Biblia establecido por Dios que llamaremos: el Gobierno de Dios. Este sistema es enteramente distinto del sistema de la Gracia. El Gobierno de Dios es un sistema independiente bajo el cual Dios hace lo que Él quiere.

 

Cuando Dios creó al hombre, creó al varón y a la hembra. Esto pertenece al Gobierno de Dios. Creó al varón primero, y a la hembra después, esto es también una cosa de su Gobierno. Él hace lo que le place. Tiene una Voluntad soberana e independiente.  Cuando decidió que el Señor Jesús sería de la descendencia de la mujer, esto fue también el Gobierno de Dios. Él no deja entrar al hombre en Su Consejo. En el Jardín del Edén, Dios señaló al hombre que comiera fruto como alimento. Estos fue el gobierno de Dios. Él hizo según se plació en hacer. Después del Diluvio, Dios dio la carne de animales a los hombres también como alimento. Esto fue también un acto de Su Gobierno.

 

LA GRACIA Y EL GOBIERNO UNIDOS Y COMPLETADOS. Estos dos sistemas de Gracia y de gobierno siguieron el uno y el otro hasta la venida del Señor Jesús. Es bien evidente que hay dos lados en la Obra de Dios. El Sistema de la Gracia de Dios y el Sistema de la providencia de Dios que prosiguen juntos en el mundo. Los sacerdotes y los profetas se hallan en el lado de la Gracia, sosteniendo el Sistema de la Gracia, los reyes y los líderes de Israel se hayan del lado del Gobierno de Dios, sosteniendo el Sistema de Su Gobierno. Cuando el Señor Jesús estuvo en la tierra, por un lado vino a ser el Salvador del mudo, para librar a los hombres del pecado. Estos es conforme al Sistema de la Gracia, Dios le envió al mundo para que por medio de la obra de la cruz pudiera establecer Su propia Autoridad y establecer Su Reino de modo que los cielos pudieran gobernar sobre la tierra. Este es el Sistema de Su Gobierno. Su Obra va a continuar hasta que el poder del Diablo sea destruido y el Reino y el nuevo cielo y la nueva tierra sean introducidos. En aquel día, los dos sistemas de la Gracia y el gobierno de Dios se juntarán en uno. Es decir, que durante el tiempo de los nuevos cielos y la nueva tierra, estos dos sistemas van a ser uno en el Señor Jesús. Él hace los dos aspectos de la Obra de Dios. Él obra bajo el sistema de Su Gobierno así como bajo el sistema de la Gracia. El gobierno de Dios no comienza con la creación del hombre sino con la creación de los ángeles. Esto queda bien claro en la Biblia. Cuando Satán era todavía la estrella de la mañana, cuando él estaba rigiendo, el Sistema de Gobierno de Dios ya había empezado. Después de la creación del hombre, entraron en el Reino del Gobierno de Dios las instituciones básicas como el matrimonio, marido y mujer, la familia y la relación entre padres y los hijos. La lección básica que todos los hermanos y las hermanas deben aprender es que nunca deberíamos permitir que la Gracia interfiera con el Gobierno de Dios. Digo de modo más enfático que nunca en nuestras vidas debemos permitir que la Gracia interfiera en lo que Dios ha decidido en Su Gobierno.

 

Dios quiere que los hombres respecten Su Gobierno., No que lo socaven o derrumben. Si no hacemos caso del Gobierno de Dios, estamos fuera de la ley a la vista de Dios. Como nunca hemos visto el Reino excepto tal como es la Iglesia, es imperativo que veamos y obedezcamos el Gobierno de Dios. En realidad, el Sistema de la Gracia existe para completar el Sistema del gobierno de Dios. El Sistema de gobierno no es para el sistema de Gracia, sino que la Gracia es para completar el gobierno de Dios. Muchos defienden un error fundamental: neciamente sostienen que la Gracia ha puesto a un lado el gobierno de Dios. (Muchas veces oímos esta expresión: ya no estamos bajo de la Ley sino bajo de la Gracia) La verdad es que lo que Dios hace en la Gracia nunca altera el gobierno de Dios. El perdón de la Gracia que hemos recibido de Dios no cambia su perdón de gobierno. No importa cuanto perdón recibamos por la Gracia, todavía esto afecta el perdón del gobierno de Dios.

 

El Gobierno de Dios es un principio independiente. Desde el principio al fin, Dios introduce su Sistema de Gobierno. La Gracia solo completa al Gobierno de Dios. El Sistema de la Gracia fue AÑADIDO a causa de la rebelión del hombre bajo el Sistema del Gobierno de Dios.  La Gracia existe con el propósito de redimir y restaurar aquellos que son insubordinados y rebeldes, de modo que puedan someterse al Sistema de Gobierno de Dios. De ahí que, la Gracia existe realmente para ser una ayuda al sistema de Gobierno de Dios.

SUMISIÓN AL GOBIERNO DE DIOS: así que el sistema de la Gracia de Dios y el sistema del Gobierno de Dios son dos cosas separadas. Cuanto más humilde es una persona, más progresa en el sistema de Gobierno de Dios. No pienses nunca que como has entrado en el Sistema de la Gracia de Dios, quedas al margen del Sistema de gobierno de Dios. La Gracia no puede ANULAR el Gobierno de Dios, más bien, la Gracia posibilita a la persona a OBEDECER el Gobierno de Dios. Puedo decir con toda seriedad que la Gracia nos da la fuerza para someternos al Gobierno. La gracia de Dios no nos hace rebeldes y deseosos de derrocar al gobierno de Dios. Estos dos sistemas se complementan uno al otro. La Gracia no ha venido para ABOLIR el Gobierno de Dios. Sólo un NECIO diría que como ha recibido la Gracia de Dios puede permitirse ser descuidado y andar suelto. En otras palabras, ser descuidado y andar suelto significa: que no estoy bajo el gobierno de Dios, y que obedezco la palabra de Dios de acuerdo a como yo lo decido. ¡Que insensatez sería eso! Sin embargo, esta es la situación real de la mayoría de los cristianos. ¿Es usted uno de ellos?  ¿Piensas que tienes la potestad de derrumbar y abolir lo que Dios ha establecido en Su gobierno? Miras lo que le sucedió a Satanás y a sus ángeles cuando trataron de derrumbar el Gobierno de Dios (Isaías capítulo 14 y Ezequiel capítulo 28) La rebelión contra el Gobierno de Dios es un pecado mortal. Todo lo que Dios ha establecido en Su Gobierno, es para que lo obedezcamos y no para que lo cuestionemos.

 

Cuando más claramente entiende una persona la Gracia de Dios, mejor va a ser como siervo o como amo. Cuanto más una persona entiende la Gracia, mejor es como marido, padre o madre, hijo o ciudadano, porque es más capaz de someterse a la autoridad. El que recibe más de la Gracia de Dios conoce mejor la manera de mantener el Gobierno de Dios. No he encontrado nunca a uno que conociendo verdaderamente la Gracia de Dios DESTRUYA el gobierno de Dios.

 

EL CUBRIRSE LA CABEZA Y EL GOBIERNO DE DIOS: O alabo hermanos, porque en todo se acuerdan de mí, y retienen las instrucciones tal y como se las enseñé. Pero quiero que sepan que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo. Todo varón que ora o profetiza con la cabeza cubierta, afrenta a su cabeza. Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta a su cabeza, porque se hace enteramente igual que la que se ha rapado su cabeza. Porque si la mujer no se cubre su cabeza para orar, que se corte también el cabello; y si le es vergonzoso a la mujer cortarse el cabello o raparse la cabeza, que se cubra su cabeza para orar.

 

Porque el varón no debe cubrirse la cabeza para orar o profetizar, pues él es imagen y gloria de Dios. Porque el varón no procede de la mujer, sino la mujer del varón, y tampoco el varón fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón. Por lo tanto, la mujer debe tener señal de autoridad sobre su cabeza, por causas de los ángeles. Juzgad entre vosotros mismo, ¿Es correcto que la mujer ore a Dios sin cubrirse la cabeza? (1 Corintios 11:1-13)

 

La cuestión  de cubrirse la cabeza pertenece al gobierno de Dios. Para aquellas hermanas que no conocen el Gobierno de Dios es imposible exhortarle a que se cubran su cabeza para orar o profetizar. No van a entender cuánto hay implicado en este asunto de cubrirse la cabeza. Pero las hermanas que han visto el gobierno de Dios revelado en Su Palabra pueden apreciar la tremenda conexión que existe entre el cubrirse la cabeza y el Gobierno de Dios. Pero quiero que sepan que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios es la cabeza de Cristo (1Corientios 11:2-3) Lo que hallamos aquí se refiere al gobierno de Dios. Toda mujer que ora o profetiza sin cubrirse la cabeza afrenta a su cabeza. Esta es una disposición del Gobierno de Dios. Por lo tanto, toda hermana debe obedecer esta disposición de Dios. La relación descrita aquí no es la del padre al Hijo, sino la de Dios y Cristo. Para usar una expresión moderna Cristo es el representante de Dios. La relación entre el Padre y Su Hijo, Jesucristo, pertenece a la Divinidad, pero Cristo, enviado de Dios, se refiere a una disposición de Dios, al Gobierno de Dios. “Y esta es la Vida eterna, que te conozca a Ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien a enviado” (Juan 17:3). Dios es Dios y Cristo es el enviado de Dios. Esta es su relación en el Gobierno de Dios. El Hijo, originalmente, igual a Dios, fue enviado voluntariamente por Dios como el Cristo.  Dios permaneció en su altura como Dios, pero Cristo fue enviado a hacer Su Obra. Este es el primer orden de sucesos en el Gobierno de Dios. En el Gobierno de Dios Cristo fue establecido para ser la cabeza de todo hombre; por lo tanto, todas las personas tienen que obedecerle.  Él es el primero de toda la creación y sus primicias. Él es la cabeza de todo varón; todo hombre debe obedecerle. Éste es un principio básico bajo el gobierno de Dios.

 

El que Dios sea la cabeza de todo hombre es algo que se refiere no al sistema de la Gracia de Dios, sino al Sistema del Gobierno de Dios. De la misma manera, el que el hombre sea la cabeza de la mujer pertenece también al Sistema de Gobierno de Dios. Dios en Su Gobierno establece al hombre como cabeza de la mujer, de la misma manera que establece a Cristo como cabeza de todo varón. Todo debemos obedecer lo que Dios ha establecido en Su Gobierno. Dios es, Él mismo la cabeza, de Cristo, del hombre y de la mujer; Pero en su Gobierno estableció a Cristo como cabeza; y más adelante hace cabeza al hombre de la mujer. Estos son los tres grandes principios del gobierno de Dios. El que Dios sea la cabeza de Cristo no tiene nada que ver con la cuestión de quién es el mayor; más bien, es simplemente una disposición en el Gobierno de Dios. De la misma manera bajo el Gobierno de Dios, Cristo es la cabeza de todo hombre, y el hombre es la cabeza de la mujer. Estas son disposiciones de Dios; estas son designaciones suyas. En Filipenses 2 es bien claro: El Señor Jesús en su esencia eterna es igual a Dios; pero, pero, en el Gobierno de Dios para a ser el Cristo, y como Cristo, Dios pasa a ser su Cabeza. Cristo mismo reconoce en el Evangelio de Juan que. “El Hijo no puede hacer nada por su cuenta, sino lo que ve hacer el Padre; porque todo lo que Él hace, también lo hace igualmente el Hijo” (Juan 5:19) “Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la Voluntad del que me envió” (Juan 6:38)

 

LA DESICIÓN DE DIOS: Hoy Cristo ha ocupado su lugar en el Gobierno de Dios. Según el Consejo de Dios él es la cabeza de todo varón. Algún día todo el mudo conocerá que Cristo es la cabeza de todos los hombres, porque es la es la decisión del Gobierno de Dios. Hoy esto lo conoce sólo Su  Iglesia; el mundo no tiene conocimiento de ello. Pero vendrá un día en que todo el mundo comprenderá que Cristo es la Cabeza de todo hombre. Él tendrá la preeminencia en toda la creación. Todos deben someterse a la Autoridad de Cristo. De la misma manera, la designación por Dios del hombre como cabeza de la mujer es conocida sólo en Su Iglesia hoy.

 

¿Entiendes lo que esto significa? Hoy sólo su Iglesia reconoce que Cristo es la cabeza del hombre y que el hombre es la cabeza de la mujer. Hemos visto ya cómo la Gracia de Dios nunca se sobrepone al Gobierno de Dios. Confío que nuestra lección se hará más clara cuando nos demos cuenta que la Gracia es para apoyar el Gobierno de Dios, no para derrocarlo. ¿Cómo puede ser nadie tan necio para intentar hacer uso de la Gracia de modo que interfiera con el gobierno de Dios? El Gobierno de Dios es inviolable; sus manos siempre lo sostienen. Nadie, por el hecho que haya creído en el Señor Jesús, puede derribar la Autoridad del Padre, o aún socavar la autoridad de algún gobierno. No hemos de decir que por el hecho de ser cristianos no tenemos que pagar impuestos. ¡No, en modo alguno! Cuanto más buenos cristianos somos, más tenemos que sostener el Gobierno de Dios. Un hermano o una hermana que conoce el Gobierno de Dios se mantendrá firme cumpliendo las disposiciones del Gobierno de Dios. Estamos aquí,  hoy, para sostener el testimonio de Dios en el mundo. Dios nos ha mostrado que hay tres diferentes clases de cabezas: Dios es la cabeza, Cristo es la cabeza y el hombre es la cabeza. Esto no tiene nada que ver con ser hermanos y hermanas; es básicamente una cuestión de disposición del Gobierno de Dios. La Gracia se refiere a hermanos y hermanas, pero el gobierno de Dios es distinto. Dios ha querido en Su Soberanía que la cabeza de Cristo sea Él mismo, de modo que Cristo ha de obedecer en todo a su Cabeza; la cabeza del hombre es Cristo, de modo que el hombre ha de obedecer a su cabeza; y la cabeza de la mujer es el hombre, de modo que la mujer debe mostrar el signo (el velo) de obediencia sobre su cabeza cuando ora o profetiza.

 

EL SIGNIFICADO DEL CUBRIRSE LA CABEZA: “Todo varón que ora o profetiza con la cabeza cubierta, afrenta a su cabeza. Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta a su cabeza; porque se hace igual a la mujer que se ha rapado su cabeza”. (1 Corintios 11:4-5), El significado de cubrirse la cabeza es: “Me someto al Gobierno de Dios, acepto la posición asignada por Dios; no me atreve a anular su Gobierno por la Gracia que he recibido; no me atrevo incluso a pensar obre ello; al contrario, acepto el gobierno de Dios. Como Cristo acepta a Dios como Su Cabeza, así todo hombre debe aceptar a Cristo como su cabeza. De la misma manera, la mujer debería aceptar al hombre como su cabeza representativa. Cuando la mujer cubre su cabeza para orar o profetizar, significa que ella no es la cabeza, porque la tiene cubierta con un velo. Recordemos que aunque en la práctica es sólo la mujer la que tienen que cubrirse su cabeza cuando ora o profetiza, con todo, en realidad, Cristo tiene la cabeza cubierta delante de Dios y todo hombre tiene la cabeza cubierta delante de Cristo. ¿Por qué pues, sólo requiere Dios que sea la mujer la que tenga la costumbre de cubrirse la cabeza cuando ora o profetiza? Esto verdaderamente es sorprendente, porque implica un principio muy profundo. Con frecuencia considero que es imposible hablar con algunos hermanos y hermanas sobre el cubrirse la cabeza, porque no tienen conocimiento del Gobierno de Dios. Ellos no saben, que el cubrirse la cabeza de parte de las hermanas cuando oran o profetizan e una disposición establecida por Dios en su sistema de gobierno. Por lo tanto, las hermanas tienen que sostener esta disposición de Dios cubriendo sus cabezas cuando oran o profetizan. Antes de que uno pueda entender el asunto de que las hermanas tienen que cubrirse la cabeza para orar o profetizar, primero tienen que conocer el Gobierno de Dios. Todo la cuestión queda resuelta en el punto en que se ve que Cristo tiene la cabeza cubierta delante de Dios. Entonces, las hermanas deben preguntarse, si Cristo se sometió al gobierno de Dios y acepto que Dios es su cabeza, ¿Por qué debo yo RECHAZAR esta disposición de Dios de cubrirme mi cabeza cuando vaya a orar o profetizar? Con el asunto de cubrirse la cabeza, Dios prueba la obediencia de las hermanas. Cada hermana debe decir: “Debo cubrir mi cabeza para orar o profetizar, porque Dios es mi cabeza. En realidad, toda cabeza debe estar cubierta delante de Dios. Como Cristo es mi cabeza, no puedo tener mi propia cabeza a la vista cuando oro o profetizo. Es de esta manera, que las hermanas sostienen y expresan el gobierno de Dios en la Iglesia, para vergüenza de Satanás y sus ángeles, los cuales descubrieron sus cabezas delante de Dios, diciéndole a Dios con este acto: “Tú no eres nuestra cabeza, aborrecemos y abolimos Tu Sistema de Gobierno. Estos son lo que significa: Que las hermanas deben tener sus cabezas cubierta con un velo, cuando oran o profetizan por causa de los ángeles. Aquí quisiera decirles a las mujeres cristianas  que Dios ha designado al hombre como cabeza de la mujer. En estos días en que la Autoridad de Dios es desconocida en el mundo, el Señor Jesús exige el cumplimiento de esta orden sólo en la Iglesia. Dios nos requiere en la Iglesia que aceptemos lo que Él ha designado en Su Iglesia.

 

LA RESPONSABILIDAD DE LAS HERMANAS: Cuando una hermana cubre su cabeza para orar o profetizar, está delante de Dios en la base de la posición de Cristo delante de Dios y del hombre delante de Cristo. Dios quiere que la mujer cubra su cabeza para orar o profetizar en orden a manifestar Su Gobierno en la tierra. Este privilegio cae sólo sobre la mujer. Ella no se cubre la cabeza meramente por sí misma; lo hace de modo representativo.

 

Por sí misma, porque es una mujer; representativamente, porque ella representa al hombre delante de Cristo y Cristo delante de Dios. Así cuando la mujer cubre su cabeza delante de Dios para orar o profetizar es exactamente como si Cristo se cubriera su cabeza delante de Dios. De la misma manera, cuando la mujer cubre su cabeza para orar o profetiza delante del hombre, es lo mismo como si el hombre cubriera su cabeza delante de Cristo. El hombre o la mujer no son la cabeza puesto que Cristo es la cabeza. Si una mujer no está cubierta cuando ora o profetiza resultará que hay dos cabezas. Delante de Dios y Cristo una cabeza tiene que estar cubierta; así tiene que ser también entre el hombre y la mujer y entre Cristo y cada hombre. Si una cabeza no está cubierta, el resultado será que habrá dos cabezas, y el Gobierno de Dios no permite dos cabezas. Si Dios es la cabeza, entonces no lo es Cristo; Si Cristo es la cabeza, entonces no lo es el hombre; si el hombre es la cabeza, no lo es la mujer.

 

Dios llama a las hermanas a que exhiban esta disposición y orden. Es por medios de las hermanas que el Sistema de Gobierno de Dios ha de ser desplegado. Son las hermanas las responsables de tener el signo de obediencia (un velo) sobre sus cabezas cuando oran o profetizan. Dios de modo específico requiere que las mujeres tengan las cabezas cubiertas cuando orar o profetizan, ¿Por qué? Porque deben reconocer el Gobierno de Dios cuando se presentan delante de Él. Al presentarse delante de Dios para orar o profetizar, tanto si oran o profetizan, tanto en lo que va a Dios como en lo que viene de Dios, en cualquier relación con Dios, la cabeza exige que esté cubierta. El propósito es manifestar el Gobierno de Dios.

TAMBIÉN POR CAUSA DE LOS ÁNGELES LA MUJER DEBE PONERSE UN VELO SOBRE SU CABEZA PARA ORAR O PROFETIZAR: “Por tanto la mujer debe tener señal de autoridad sobre su cabeza, por causa de los ángeles” (1 Cor. 11:10) Esta señal es un velo sobre su cabeza cuando ora. ¿Por qué debe ponerse un velo cuando ora o profetiza? Por causa de los ángeles. Conocemos la historia trágica de cómo pecaron algunos ángeles. Satanás se rebeló contra Dios. Porque deseaba ser igual a Dios. En otras palabras, el querubín Lucifer intentó exponer su propia cabeza delante de Dios y rehusó someterse a Su Autoridad. En Isaías capítulo 14 reitera constantemente lo que Satanás decía en su corazón: Subiré, levantaré, me sentaré, seré. Tu decía en tu corazón, subiré al cielo, por encima de las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte de la reunión me sentaré, en el extremo del norte; sobre las altura de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo.(Isaías  14:13-14) En este mismo pasaje vemos que un Querubín se rebela contra Dios y al ser derrotado, se convierte en Satanás, es decir, en el Adversario de Dios. Apocalipsis capítulo 12, nos muestra que cuando Satanás cayó, cayó con él un tercio de los ángeles. ¿Por qué cayeron los ángeles? Porque no se sujetaron a la Autoridad de Dios, la Cabeza, sino que intentaron tener expuesta sus propias cabezas. Hoy la mujer tiene que tener un signo de autoridad (UN VELO) sobre su cabeza a causa de los ángeles cuando ora, esto es, como un testimonio a los ángeles.

 

Sólo las hermanas en la Iglesia pueden dar este testimonio, porque las mujeres del mundo no saben nada de ello. Hoy cuando las hermanas tienen el signo de autoridad (el velo) sobre su cabeza cuando oran, dan testimonio de que: “He cubierto mi cabeza, porque yo no procuro ser la cabeza. Mi cabeza está velada y acepto al hombre como la cabeza, y al aceptar al hombre como mi cabeza, significa que también acepto a Cristo como mi cabeza y a Dios como mi cabeza. Pero algunos de vosotros ángeles os habéis rebelado contra Dios. Esto es lo que significa a causa de los ángeles. Tengo mi cabeza cubierta con un velo cuando oro o profetizo como un signo de autoridad. Soy una mujer con la cabeza cubierta. Esto es un testimonio de obediencia excelente; a los ángeles caídos y a los no caídos. Pero no es de extrañar que Satanás utilice a hermanos y hermanas en la Iglesia, para que se opongan a que las hermanas se cubran sus cabezas para orar delante de Dios. En realidad, cuando las hermanas se cubren sus cabezas para orar, esto avergüenza a Satanás y a sus ángeles. Pues, al las hermanas cubrir su cabeza para orar, manifiestan su obediencia al Gobierno de Dios, y al mismo tiempo le recuerdan a Satanás su rebelión contra Dios. Es por eso, que Satanás y sus ángeles se oponen en la Iglesia, para que las hermanas no se cubran sus cabezas para orar o profetizar. Cuando muchas de las mujeres hermanas en la Iglesia ocupan el lugar que ha sido asignado por Dios y aprender a cubrir su cabeza, envían una palabra no hablada de testimonio a los ángeles en el aire, el efecto que Dios ha obtenido en la Iglesia lo que desea. Debido a esto la mujer debe llevar sobre su cabeza un signo de autoridad (un velo) cuando ora o profetiza, como testimonio a los ángeles. AMEN.

 

(Testimonio, del por qué las hermanas deben cubrir sus cabezas con un velo para orar o profetizar: Una hermana se mostraba renuente con respecto a cubrir su cabeza para orar o profetizar. Un día, en la reunión, me mostró su cabello largo y me dijo: Pues este es EL VELO, mi cabello. Le pregunté entonces ¿Está entonces usted ahora CUBIERTA con el VELO que enseña la Biblia? Ella me miró y me dijo: Pues SÍ, estoy CUBIERTA. Luego, después de la reunión, le dije: Pues ahora quítese el velo, porque usted no está orando ni profetizando. Ella me dijo: oh, Ahora sí entiendo la diferencia entre nuestro cabello y ponerse un VELO para orar o profetizar)

 

Para más información y contacto, 829-801-9407

 

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